Bolonia: vivienda social y lucha contra los desahucios desde la solidaridad y el cooperativismo

Bolonia es una ciudad de alrededor de 390.000 habitantes. Como ciudad universitaria, recibe cerca de 35.000 estudiantes cada año. El turismo  va en aumento en la ciudad y, por tanto, también el número de apartamentos turísticos en el centro histórico. En este momento, la necesidad de vivienda pública afecta a no menos de 6.000 personas que viven al margen o por debajo del umbral de la pobreza debido a que el precio actual del mercado les impide acceder a una vivienda adecuada. Estas familias están fuertemente expuestas a la marginación y la exclusión social.

El derecho a la vivienda es un derecho social fundamental que debe ser protegido de manera adecuada y concreta. Bolonia se compromete a garantizar este derecho a través de múltiples herramientas. El objetivo del gobierno local es dar respuesta a unos desafíos que son cada vez más complejos y a los que la población de la ciudad, en constante transformación tanto social como demográfica, tiene que hacer frente.

Los principales retos del gobierno del Alcalde Merola son garantizar una vivienda digna y adecuada para las familias en riesgo de exclusión social, así como consolidar la oferta de viviendas públicas; apoyar a las familias que residen en arrendamientos privados que necesitan ayudas para pagar el alquiler; prevenir los desalojos causados por la crisis económica; y promover modalidades de acceso a la vivienda que fomenten la creación de redes de solidaridad entre los residentes que tengan un impacto positivo sobre su vecindario y al mismo tiempo reduzcan los costos de la vivienda.

Promoviendo el acceso a la vivienda social

Bolonia tiene un parque de casas públicas de aproximadamente 12,000 unidades que albergan a 25,000 personas, que representan aproximadamente el 6% de la población total de la ciudad. Este parque de viviendas está destinado a los sectores más frágiles de la población en términos económicos y sociales.

El compromiso de la actual administración es aumentar la oferta de viviendas sociales a través del plan “1.000 hogares”, que tiene por objetivo renovar varias unidades de vivienda pública y otros edificios abandonados en dos años. Bolonia también pretende garantizar viviendas de bajo costo, o apoyos económicos según los precios actuales del mercado, orientados a aquellos que no pueden acceder a la vivienda a precio de mercado pero que tampoco están dentro de los rangos de la exclusión social. Por el momento existen alrededor de 1.500 unidades habitacionales de este tipo.

El apoyo a los inquilinos y la lucha contra los desahucios

El Municipio de Bolonia ofrece ayuda financiera para aquellos que, mientras residen en viviendas de mercado libre, necesitan ayuda para pagar el alquiler. En 2018, Bolonia aportó 1,5 millones de euros en contribuciones a familias que entraban dentro de esta categoría.

Los desahucios son un reflejo dramático de la crisis económica. Bolonia ha puesto en marcha el “Protocolo sfratti” (Protocolo contra los desahucios), que aprovecha la legislación nacional vigente sobre pérdida del puesto de trabajo debido a la crisis financiera y económica como causa de impago. Este protocolo es una herramienta importante para reducir los desalojos en Bolonia y su área metropolitana.

Desde el 8 de marzo de 2017, el Municipio de Bolonia ha apoyado a 277 familias que han recibido un aviso de desahucio por atrasos en el pago debido a la crisis económica. Estas son familias que ya no pueden pagar el alquiler por haber perdido su trabajo, por incurrir en gastos médicos importantes o por la muerte de un familiar que estaba a cargo de proporcionar los ingresos de la unidad familiar.

Gracias a estas intervenciones, ha habido una caída sustancial en los desahucios. Bolonia ha pasado de sufrir 1.109 desalojos en 2015, a 488 en 2017, y se están alcanzando cifras de desahucios por retrasos en el pago de la renta similares a las de antes de la crisis.

El municipio ha otorgado hasta ahora subvenciones en ayuda al pago de la vivienda por alrededor de 1,4 millones de euros. Estas contribuciones se han asignado directamente a los inquilinos que tienen créditos a favor de familias o personas que no pagan el alquiler debido a la reducción de sus ingresos. Bolonia está trabajando para garantizar que el protocolo de desalojo siga vigente al menos hasta 2021.

El cooperativismo en Bolonia: la solidaridad en el centro de la política de vivienda

La larga tradición cooperativista de Bolonia se refleja también en el campo de la vivienda. El municipio ha llevado el “compartir” y la solidaridad al centro de la política de vivienda, expresando este concepto a través de diferentes estrategias.

Por ejemplo, en los últimos años la ciudad ha abordado la vivienda popular desde políticas de  vivienda cooperativa. Bolonia ha apoyado pequeños proyectos en distintos distritos de la ciudad, dedicados a la revitalización por parte de los residentes de áreas comunes en viviendas populares. Se han promovido actividades de cuidado y auto-organización para mejorar el patrimonio existente y crear redes de colaboración de residentes.

En este sentido, la ciudad cuenta con una iniciativa innovadora, la primera de hábitat cooperativo público: Porto 15. Bolonia también ha modificado su propio Reglamento de planificación urbana con un artículo específicamente dedicado al “abitare collaborativo” (hábitat colaborativo). El abitare collaborativo es una alternativa residencial que permite ampliar la oferta de vivienda social con costos por debajo del precio de mercado, y al mismo tiempo crear valor social, dinámicas de solidaridad y redes de autoayuda.

Tras la inauguración de este primer proyecto de hábitat cooperativo público en 2017, Bolonia se comprometió a difundir esta forma de acceso a la vivienda a través de un cambio en la regulación urbana que, por primera vez en Italia, define qué es la vivienda colaborativa y garantiza incentivos económicos para su realización. La ciudad de Bolonia considera la vivienda colaborativa como iniciativas residenciales dirigidas por los habitantes de la ciudad, donde los habitantes se organizan en forma de cooperativa o en asociación y firman un acuerdo con el municipio que garantiza la planificación conjunta entre administración y vecinos, y la apertura de la vivienda a su entorno urbano.

Bolonia, comprometida con Cities for Housing

“La colaboración entre gobiernos locales de diferentes países es una herramienta fundamental para garantizar un desarrollo rápido y equilibrado de las políticas de vivienda a nivel europeo y global. Los desafíos de vivienda que enfrentan las ciudades, incluso en contextos diferentes, son cada vez más similares y exigentes. Comparar diferentes prácticas para encontrar soluciones a problemas similares nos permite desarrollar soluciones integradas, innovadoras y flexibles.

Ya no se puede concebir, en un mundo que cada vez se hace más pequeño, que no miremos lo que otros han hecho para resolverlo cada vez que enfrentamos un problema por la primera vez. El intercambio de prácticas y la comparación de medidas implementadas por diferentes ciudades para garantizar el derecho a la vivienda es una prioridad importante que debe ser apoyada y alentada también en el marco de las instituciones europeas.”

Departamento de Vivienda de la Alcaldía de Bolonia

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